Quién hay detrás de Victòria Peñafiel

Me hace especial ilusión este #quiénhaydetrásde porque sabéis cuánto admiro a Victòria, la conocí por casualidad, de hecho no se ni cómo, un día aterricé en su blog y me atrapó con su manera de escribir y, cómo no, con sus fotografías “desnudas” que son capaces de decir aún más que sus palabras.

Traductora de formación, mamá de cinco (CINCO!) peques, fotógrafa por pasión, futura escritora (spoiler!) y mil cosas más porque esta mujer menuda es incapaz de estar quieta cinco minutos. De mente curiosa e inquieta, si no tiene proyectos a la vista se los inventa, como si sus días tuvieran 30 horas. Y así es como nació entre otros, su proyecto #febrerosinedulcorantes del que mañana empieza la quinta edición y al que te recomiendo que te unas, o que lo sigas, si estás harta de tanto bonitismo y bodegón en instagram. Mira aquí si quieres saber cómo participar y qué premios hay, porque sí, además la cosa tiene premio gordo!

Así de paso ves su recién estrenada web, y es que ya os digo yo que esta mujer no para… y ah! El día 9 de marzo estamos organizando un sarao del que pronto os daré más pistas, de momento resérvate la fecha y ponte guapa que te podrás ir a casa con una foto hecha por ella, hasta aquí puedo leer…

Ahora sí que ya te dejo con la entrevista que me voy por las ramas…

¿Quién hay detrás de Victòria Peñafiel?

Pues soy Victòria, fotógrafa, traductora de profesión y madre de cinco. Lo de traductora es algo que sigue ahí muy presente, de hecho en instagram me defino como “traductógrafa”… ¡¡que debo de ser la única que lo pilla!!

Ahora la mayoría de las emprendedoras dan ese paso para poder conciliar, pero tú has sido toda la vida autónoma. ¿Cómo casa esto con la conciliación, crees que es buena opción o preferirías un horario de 9 a 5?

En mi caso viene dado por la profesión, estudié traducción y en ese ámbito tenías que ser autónoma. No sé si me ha permitido conciliar mejor o peor porque nunca he estado en el otro lado.

¿Y el paso a la fotografía? No parecen profesiones para nada conectadas…

Pues el paso fue porque yo era una lectora empedernida, escritora empedernida… ¡de poesía!

¿¿En serio?? ¿Hay algún libro publicado de Victoria Peñafiel?

Noo… publicado no, tenía como 16 o 20 años, entonces venía del mundo letra y más letra, todo el día escribiendo o delante de una pantalla. Y la fotografía llegó como un acto de rebelión que me permitía salir a la calle y así, a lo tonto, empecé a aprender y a enamorarme de la fotografía.

¿¿De forma autodidacta??

Sí, sí… bueno, fui haciendo algún curso on-line pero sí, básicamente soy autodidacta. Y entonces llegaron los críos y “uy, un niño tirado en una manta… ¡esto es lo mío!”

Así, ¿el paso a la fotografía profesional vino al ser madre?

Bueno, fue ya cuando tuve al tercero. Nació Noah y con un par de madres que coincidíamos en fecha de parto se me ocurrió hacerles unas fotos de prueba al mío y a los suyos, y fue ahí donde me di cuenta de que eso podía ser mi profesión.

¿Cuánto hace de ese momento?

Ocho años ya.

¿Y cómo te diste a conocer?

Pues mira, a raíz de esa experiencia, como ya tenía la cámara pensé “vamos a probar” e hice una página web sencillita pensando, “me llamará la gente y empezaré a hacer sesiones”…

Y.…?

¡¡Y en un año no llamó nadie!! (se le escapa la risa)

¡¿¿En serio??!

Sí…bueno, es que hice la web y la dejé allí muerta…hasta que un día, mágicamente, llegó una empresa de canastillas que eran lo más en ese momento, y que me proponía poner un “vale por una sesión de fotos” en sus canastillas. Y lógicamente acepté porque no me conocía nadie y era una manera de empezar.

¿Y ya tenías el estudio?

¡Qué va! No tenía nada, pero los de las canastillas me decían que vendían no sé cuántos miles de canastillas y pensé “OK, pues venga, nos liamos la manta a la cabeza”.

Entonces sí, por fin, conseguiste clientes…

¡¡Tampoco!! qué va… no vino NADIE (¡¡se le vuelve a escapar la risa!!)

¿¿Cómo??

Como lo oyes… en dos años… ¡nadie!

¿Me estás tomando el pelo?

No, realmente a raíz de mi acuerdo con la empresa de canastillas, pensé que necesitaría un espacio decente para atender a los clientes (ya había hecho 3 o 4 sesiones), y decidí alquilar un espacio como estudio. Fue en ese momento cuando me empecé a mover, apostándolo todo para, por lo menos, poder cubrir gastos. Y poco a poco fui abriéndome camino por mí misma.

Pero por la empresa de canastillas no vino nadie. Hasta que, al cabo de 2 años recibo una llamada al móvil diciéndome “Soy Fulanita, que me regalaron una sesión de fotos” -que yo ya ni me acordaba porque ya había empezado mi carrera-, pero vaya, tengo que agradecer a esa empresa que me dieran el empujón para montar mi primer estudio.

Y al final, ¿por qué canales llegaba la gente al estudio?

Como decía antes, al coger el estudio sí que ya me puse las pilas a nivel de comunicación, con campañas en Facebook. Era la época en la que aún la gente te veía cuando ponías algo, no como ahora. Además era todo nuevo, no había prácticamente nadie que hiciera este tipo de reportajes.

¿Fuiste pionera entonces?

En Barcelona sí; había una chica en Madrid y otra en Zaragoza, pero por aquí nadie. Y pensé ¡buah! Abrimos mercado, verás, ¡nos vamos a comer el mundo!

¿Y ha sido así?

Que vaaaa… una vez más no vino nadie (¡¡aquí ya no puedo evitar yo las risas!!) y luego empezaron a venir con cuenta gotas hasta que hace relativamente poco tiempo ha habido un boom de este tipo de fotografía.

Que imagino que entonces habrán salido fotógrafos de debajo de las piedras…

Pues sí, la verdad es que sí… y el hecho de ser la primera para el cliente no significa nada. En cambio, para el resto de los fotógrafos, sí. Es raro, tienes como una especie de caché entre profesionales, es decir… te respetan porque eres de las pioneras, pero la gente (clientes) va a precio o a estilo de fotos si tienen más presu.

¿Crees que no se valora suficientemente este género?

No, para nada… la gente directamente te dice cuánto vale y cuántas fotos me das. En Estados Unidos, que es donde empezaron a hacer este tipo de fotos, se ha visto claramente la depreciación de estos reportajes y aquí es un reflejo, con la diferencia que nunca tuvimos el nivel del que partieron allí.

Recapitulamos: traductora, escritora eventual, fotógrafa y cinco hijos…pregunta obligada, ¿cómo te organizas?

Pues la cosa está clara, ¡a 4 manos! Nosotros (Leo, su pareja y ella) no tenemos ayuda externa ni somos de dejar a los niños con los abuelos de forma habitual, así que haciendo equipo. Ahora mismo trabajamos juntos y ha facilitado muchísimo la organización tanto a nivel laboral como profesional. Yo he podido centrarme mucho más en la parte “artística” y Leo de la postproducción y la atención al cliente. Y con los niños, a mí me toca la franja matutina y él se encarga más por las tardes si a mí me toca alargar la jornada. Pero no deja de ser complicado, ¡obviamente!

Un equilibrio digamos un poco inestable, ¿no? Me resulta familiar…

Sí, y además aquí entra también la parte negativa de las redes, cuando ves esas mamás perfectas, con casas ordenadas y estupendas y piensas… ¿qué estaré haciendo mal yo? Pero luego te das cuenta de que es sesgado, que están enseñando solo una parte y que no es para nada su vida real.

Las redes sociales dan para un debate larguísimo… ¿a ti te suman o te restan?

A mí me han sumado muchísimo porque he conocido gente superinteresante, he podido participar en proyectos que no hubieran surgido si no fuera por las redes, pero también es cierto que ejercen mucha presión que a veces es difícil de canalizar. Además, tienes que encontrar tu manera de comunicar, qué y cómo decir las cosas, y requiere de un tiempo y una energía que a veces no tengo.

Además, ahora lo que vende es ser una marca personal…

Sí, justo lo comentaba el otro día con Leo, y es que no paro de recibir inputs de gente que conecta con lo que yo escribo, pero canalizar eso y que se conviertan en clientes es muy complicado. El mundo de la fotografía es especialmente difícil a nivel de redes, por ejemplo, ya que las fotos de recién nacido se diferencian poco a nivel técnico y no puedes estar poniendo siempre “fulanito con 15 días, qué bollito”… hay que vestirlas… y en cuanto les añades “tu sello” a nivel de palabras quizás si conectas con la gente, pero no las lleva a tu estudio.

¡Entonces lo que tienes que hacer es escribir un libro! ¡¡Te veo ya de coach de vida!!

Pues mira, el tema del libro está allí… mucha gente me escribe comentando cosas de mis posts y es algo que me gusta mucho, aunque me hace pensar también en los límites de la intimidad y qué quiero contar/mostrar y qué no.

Y hablando de vida, cuéntame otro de tus proyectos que me tiene el corazón robado… “Dits Petits”

Pues empezó tomando un café con mi colega Mireia Navarro, ella había tenido gemelos prematuros y yo había pasado por el ingreso de Teo (mi primer hijo) a la semana de nacer. Casualmente había visto una web de una asociación holandesa que hacía fotos a niños hospitalizados y al comentárselo se nos ocurrió que podíamos hacer algo parecido aquí con los niños prematuros. Nos pusimos manos a la obra en Vall d’Hebron que es donde trabaja Mireia y así nació Dits Petits.

Empezasteis siendo 2 y en un solo hospital… ¿qué alcance tiene ahora vuestro proyecto?

Pues en realidad somos una asociación ya que cuenta con más de 20 fotógrafos y actuamos en varios hospitales: Vall d’Hebrón, Dexeus, Maternitat y Sant Pau en Barcelona, Trias i Pujol (Can Ruti) en Badalona, Joan XXIII en Tarragona y en breve estaremos en Girona y Lleida.

Wow, enhorabuena!! ¿Cómo os reciben los padres? Seguro debe ser complicado al principio.

Si, estamos muy contentas con este proyecto. La verdad es que a los padres al principio les cuesta, te diría que entre que les explican el proyecto (siempre alguien de su confianza del hospital) hasta que se deciden pasa un mes, pero luego están encantados. Es muy bonito poderles acompañar durante semanas y ver la evolución de sus peques. Por desgracia también hay casos en que el bebé no sobrevive, pero aun así, los padres siempre nos han dado las gracias por poder tener un recuerdo de su hijo.

Para finalizar, pregunta obligada… ¿cómo te ves de aquí a 5 años?

¡Escribiendo un libro! Seguro que en algún momento cae… no sé cómo ni de qué, pero en algún momento el tema libro aparecerá.

¿¿Y tu estudio??

Pues no se… me gustaría quizás dar el paso de sesiones más de exterior, fuera del estudio… en las casas de la gente, sesiones de vida real, ya veremos…

Tengo que reordenar mis ideas para lograr tener más tiempo, yo en definitiva lo que quiero es más tiempo para mí y para los míos.

Lo que sí está claro es que tendrás hijos adolescentes.

Calla, calla… ¡¡Volvamos al 2019, por favor!!

Y hasta aquí la entrevista, espero que os haya gustado tanto como a mi hacerla!

Ahora ya conocéis un poco más a Victòria y, lo dicho, si queréis verla en acción y llevaros una foto hecha por ella, atentas al blog y reservaros el 9 de marzo 😉

O aún mejor, si queréis tener un recuerdo para siempre, visitad su web y pedid cita, os aseguro que el resultado va a superar de largo vuestras expectativas. La encontráis aquí: http://www.victoriapenafiel.com/

Todo por aprender, todo por enseñar

Siento debilidad por los niños pequeños, eso ya lo sabéis, pero también por la gente mayor y os puedo decir que acabo de vivir una de las experiencias más bonitas de mi vida.

Empiezo por el principio… nosotros vivimos muy cerca de una residencia de ancianos y ya con el mayor nos parábamos a ver cómo llegaban por la mañana (hay algunos que van solo a pasar el día), ver su curiosidad hacia las personas mayores me hacía mucha gracia y las sonrisas que les dedicaban los mayores a mi hijo me dejaban encantada. La escena se ha ido repitiendo con los otros dos y siempre pensaba en que no sería mala idea hacerles una visita en la residencia alguna vez.

Por otro lado está la relación que han tenido con mis abuelos, con los tres que han tenido la suerte de conocer. Por parte de los peques, una curiosidad enorme por esa gente tan mayor y que caminaba tan lento y, por parte de mis abuelos, un amor y una ternura imposibles de describir.

Pero las prisas del día a día y un poco el “no se si querrán que entremos” siempre me frenaba… hasta que un día llegó a mi el documental “Present Perfect” (os dejo el trailer https://youtu.be/6K3H2VqQKcc , preparad kleenex babies!). Ahí ya vi claro que mi idea no era tan descabellada y hablé con la directora de la guardería y la directora de la residencia que me dijeron que sí encantadas.

Así que hoy, con los sentimientos a flor de piel porque no han pasado ni dos semanas del fallecimiento de mi abuela, hemos hecho por fin el encuentro y ha sido pura MAGIA.

En la residencia se preocupaban por si los niños se impresionaban y no querían entrar y la realidad es que se nos han colado corriendo para adentro.

La señora Dolors recibiendo a los niños en la entrada de la residencia Can Bosch de Badalona.

Los niños ya con ganas de entrar y hablando con el señor Agustín que también salió a recibirlos. (Agustín hace años que nos saluda a los peques y a mi cada mañana cuando vamos al cole!)

Una vez allí han ido saludando a todos los abuelos de forma totalmente espontánea así que los abuelos más que encantados… Es cierto que el tema silla de ruedas les ha frenado un poco y ver alguna abuela más malita también pero han sido 10 segundos de shock y de preguntar qué les pasaba y, como en la residencia les han respondido con toda naturalidad, lo han entendido a la perfección y han seguido conociendo al resto.

Con el personal de la residencia, entre ellas Sira que es la educadora social del centro y ha coordinado toda la visita.

Les ha impresionado la señora Carmen que está a punto de cumplir 100 años y ellos les han contado superorgullosos que tienen ya tres, son muy mayores!!

La señora Carmen está a punto de cumplir 100 años y los peques le decían que ellos ya tenían 3.

Especialmente tierno ha sido el encuentro con la señora Elfidia (Fidi, como la llaman todos), que no puede ver bien, y tras la explicación de Sira diciéndoles que ella “puede ver” con las manos, algunos de los peques se han acercado para que ella les pudiera tocar las manos y la carita para “conocerlos”.

Con la señora Fidi a la que han acariciado para que ella pudiera «conocerles».

Luego han estado cantando canciones todos juntos que se habían preparado antes tanto los abuelos como los niños, han tomado un poco de zumo y agua y cuando ya había total confianza se han presentado uno a uno, pequeños y mayores.

Cantando canciones a los mayores.

Haciendo uno a uno las presentaciones.

Antes de irse los peques han regalado un montón de besos, en especial a la señora Dolors que es muy criaturera y los ha aceptado más que encantada.

A Dolors le han regalado muchos besos.

La verdad que yo me he emocionado en más de una ocasión y he constatado algo que veía cada vez que visitaba a mis abuelos con los peques y es que, hay un vínculo muy especial entre bebés/niños pequeños y ancianos. Unos tienen toda la vida por aprender y los otros tienen la sabiduría acumulada durante toda la vida y cuando se encuentran hay química y sonrisas por las dos partes.

Han preguntado a los peques si querían volver y sabéis que los niños no mienten verdad?? pues han contestado con un SI rotundo! Así que desde la residencia les han invitado a que vuelvan cuando quieran con sus familias ya que las visitas hacen muy felices a la gente mayor.

Los peques han disfrutado mucho toda la visita.

Por mi parte la asistencia está asegurada y con la guarde hemos decidido instaurar visitas periódicas el curso que viene así que la baby que aún irá allí las podrá disfrutar seguro.

Quiero dar las gracias a Núria, la directora de la guardería Tabalet por creer en esta idea y quererla hacer realidad; a Paquita, directora de la residencia Can Bosch y Sira, su educadora social, que se emocionaron cuando les enseñé el documental y me dijeron que sí a la primera; y cómo no a los protagonistas… todos los niños y los mayores, por hacer realidad este proyecto que me ha servido para homenajear a mis abuelos: Carmen, Juan, Rosa i Josep… un petó al cel!

 

*Por si os animáis a hacerles una visita con vuestros peques os dejo sus datos, estarán más que contentos de recibiros:

Residencia i Centre de Dia Can Bosch. 

C/ Soledat nº5, Badalona. Telf: 933 84 44 19