Me llamo Eva, nací en el ochenta (no en los) así que crecí viendo La bola de Cristal y jugando en parques con toboganes de hierro que quemaban cuando hacía sol y no tenían nada blando debajo.
Soy hija única pero (o quizás por eso) he tenido tres hijos , dos niños y una niña. Aunque creo que he sido mamá desde siempre…soy la típica plasta que te decía “ponte crema” cuando ibas a la playa de adolescente, que te avisaba si llevabas mal puesta la chaqueta y que te aparta el pelo cuando lo vas a meter en la sopa (esto va por una amiga a quien se lo sigo haciendo…con 37 años!)
Hija de un informático y mujer de otro pero negada con los ordenadores, odio esas ventanas con mensajes del tipo “está seguro que…” ¡pues no, no lo estoy en absoluto!!
Me encanta viajar por todo el mundo en general y por Italia en particular, soy una apasionada del país transalpino incluso antes de mi querido Erasmus en Milán. Lo que también me encanta de viajar es preparar el viaje en si, disfruto buscando cosas para ver, restaurantes y ahora cosas para hacer con los peques.
Otra de mis pasiones son las plantas y las flores, si me queréis hacer feliz regaladme flores! Aunque los bombones también son bienvenidos: chocolate negro, con leche, blanco… me da igual, no tengo manías.
Siempre voy con un pañuelo en el cuello, incluso en verano, por si refresca… a 30 grados…soy muy friolera. La primera vez que descubrí el placer de beber agua fría fue estando embarazada del segundo, hasta ese momento no entendía que la gente pudiera beber agua helada con lo que duele en el cuello cuando pasa. También descubrí los helados y creo que aún me queda por ahí algún kilillo de aquella época.
La maternidad me ha descubierto cosas de mi que hasta ese momento desconocía…resulta que tengo una paciencia casi infinita y una energía también casi inagotable (lo que aguanta en cuerpo sin dormir es asombroso). Y sobretodo me ha enseñado a no juzgar porque de repente te encuentras haciendo y diciendo cosas o teniendo reacciones que jamás pensabas que ibas a tener.
De mis hijos me encanta ver cómo aprenden cada día, la curiosidad con la que observan todo y como van encontrando su lugar en esta familia, a veces caótica, que hemos formado.
Soy tolerante y respetuosa con todo a excepción de la gente maleducada. Me entristece cuando alguien se comporta mal delante de un niño, y si son sus padres aún peor porque es casi como una condena a que ese niño no se sepa comportar en sociedad cuando sea adulto.
En este blog hablaré de las mil caras de la maternidad y de por qué creo que la maternidad es un plus… espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo escribiéndolo.