Quién hay detrás de Mammaproof

Mavi Villatoro, fundadora y alma de Mammaproof.

Quién de vosotras no ha buscado “restaurante para ir con niños” mil veces en google?? y dónde están los mejores? Yesss… en Mammaproof!! pero ojo, esta empresa no se dedica sólo a mostrarnos restaurantes molones para ir con los peques, va muuucho mas allá y hace una labor social preciosa para hacer las ciudades más humanas.

Y quién hace posible todo esto?? Pues Mavi Villatoro una mamá emprendedora chiquitita pero con un corazón enorme! Hoy sabremos #quienhaydetrasde Mammaproof. Empezamos:

¿Te presentas?

Soy Mavi Villatoro, tengo 41 años, tengo un hijo de 8, soy de Huelva pero me fui hace mucho tiempo de allí, primero a Sevilla a estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual y Publicidad (las tres de golpe!)

Estudiando conocí a mi marido que es francés y me fui unos años a Francia. En París vivimos 8 años pero no me veía siendo mamá ni envejeciendo allí y logré convencerlo para venir a Barcelona que me parecía una ciudad muy abierta y dialogante, acogedora. Y así fue, estoy superagradecida a esta ciudad por darme la oportunidad de poder desarrollarme como persona, tener mi familia aquí y mi negocio.

Y llegaste ya con trabajo?

No, nos vinimos sin nada, fue salto al vacío. Pero con las ideas claras y un buen curriculum no tardamos encontrar trabajo, yo en una agencia de publicidad. Así que estuvimos unos años disfrutando de la ciudad a tope como “trabajadores sin niños”.

y llegó el peque.

Sí, al cabo de tres años me quedé embarazada. En esa época ya estaba desilusionada con el tipo de trabajo que hacía, los horarios, el estrés… pensé que quería dedicarme a la comunicación pero de otra manera. Además tenía claro que no quería ser mamá en esas condiciones.

¿Todo cambia cuando somos mamás?

Bueno mi desencanto ya venía de antes pero en el año que estuve de baja (pidió una excedencia después de la baja de maternidad) me sirvió para poder pensar en qué hacer, en cómo usar todas las competencias que había adquirido a lo largo de mi vida y ponerlas al servicio de algo nuevo. Todo empezó cuando más limitaciones tenía porque a veces tienes muchas ideas pero no sabes por dónde tirar pero en mi caso sólo había una opción y allí que me tiré.

¿Y ya nació Mammaproof?

Bueno, era el momento que empezaban a aflorar blogs y plataformas y de la frustración que sentía como madre al ver que la ciudad se había quedado hostil y pequeña, que no había espacios a los que ir con la familia, decidí darle la vuelta, positivarlo y compensar a los lugares que yo iba descubriendo y que me ofrecían un buen servicio.

¿Así realmente sí empezó como un blog de recomendaciones?

Sí sí, empezó en forma de blog y contando mi propia experiencia… de sitios a los que íbamos a comer, tiendas… pero no sólo lugares, recuerdo que uno de los primeros post fue un mapa de Barcelona en el que quité las estaciones de metro en las que no había ascensor ni escaleras!

¿Y cómo fue evolucionando?

Desde el principio el blog tuvo esa misión social de transformar la ciudad, no solo descubriendo nuevos lugares sino con una voluntad transformadora de sitios ya existentes y también con el objetivo de crear tribu, llegar a otros padres y otras familias para que también colaborasen en descubrir nuevos lugares…

Se transformó en algo colaborativo…

Totalmente… en ningún momento pensé en crear una marca personal, siempre lo pensé como una plataforma, una comunidad, lo vehiculamos a través de la marca Mammaproof y ahí estamos una serie de “agentes”, como les llamamos nosotros, de personas que quieren contribuir con sus experiencias y descubrimientos al conocimiento global.

Así el objetivo, con el que no puedo estar más de acuerdo, es transformar la ciudad en un espacio más amable? cómo lo estáis haciendo?

La misión de Mammaproof es efectivamente transformar la ciudad en un lugar más amable para los niños y sus familias y nuestra actividad es recomendar lugares, productos y servicios en Barcelona y en Madrid para familias. Somos una plataforma de comunicación social y colaborativa de contenidos y acción. Los contenidos son todo lo que viene en el blog, en las redes sociales y en la guía y la acción son las acciones transformadoras que hacemos tanto para clientes en interno como por ejemplo el Tibidabo

¿Tibidabo?

Sí, para ellos hemos hecho una auditoría con niños y familias reales que hemos llevado allí para que ellos evalúen y así la empresa pueda tener la opinión directa y sincera sobre todos los servicios del parque.

Esta es una parte deconocida de Mammaproof..

Sí, es algo que no comunicamos pero de lo que estamos muy orgullosos ya que forma parte de ese afán transformador. Después de mas de ocho años de experiencia visitando sitios para niños hemos aprendido mucho y estamos capacitados para ayudar también a empresas más grandes. Sabemos perfectamente los frenos y las necesidades de las familias cuando visitan un sitio.

Y cómo se puede llegar a tener el sello “family welcome” de Mammaproof?

Pues cuando alguien se pone en contacto con nosotros, mandamos a uno de nuestros colaboradores formado y especializado a hacerle una auditoría y hace un informe con los aspectos positivos y negativos de tu local y sobretodo si hay algún freno, hasta que no esté solucionado no se le va a dar el sello ni se va a hacer una crónica recomendándolo. Es decir, hay unos criterios de elección y unos mínimos que todo comercio, restaurante o local debe tener. Y una vez conseguido vamos visitando el local con periodicidad para garantizar que los sigue cumpliendo.

¿Pero también hay sello para producto y servicios, verdad?

Así es, de momento tampoco lo comunicamos demasiado, pero ya hace un año que estamos dando también el distintivo a marcas y servicios.

Mammaproof es una empresa con responsabilidad social, ¿nos explicas bien de qué se trata este tipo de emprendiduría?

Pues es un tipo de empresas que persiguen beneficios sociales y medioambientales, además de los económicos. Eso tiene que estar presente en todos los aspectos de tu organización, tiene que ser tu adn.

Por ejemplo, si tuviéramos sólo criterios de beneficio económico no pondríamos veto a trabajar con algunas marcas como sí lo hemos hecho. Y lo hacemos porque entraría en contradicción con los valores y el fin que perseguimos, no sería coherente.

Y además de forma interna también se nota que sois una empresa distinta…

Sí, en nuestra empresa somos todo mujeres (por casualidad, no buscado) que priorizan su vida, la mayoría es por un motivo de crianza pero no todas, simplemente porque el trabajo no lo es todo. El horario está pensado para poder conciliar con la familia, tengas hijos pequeños, mayores o aunque no los tengas. Como “jefa” sería más fácil tener un horario fijo y completo, sería más controlable pero nosotras funcionamos por proyectos y mientras todo salga bien y esté en timing no importa el horario que hagas, cada una se organiza como le va mejor.

Y lo más difícil e importante, nuestros clientes son conscientes de ello y hemos conseguido que sean cómplices de esta filosofía.

¿Y se consigue conciliar siendo la jefa?

Depende de lo que entiendas por conciliar… yo lo entiendo como estar con mi hijo cuando él me necesita o cuando yo lo necesito, que puede ser en cualquier momento, sin que nadie me haga sentir mal por ello. Luego ya, depende de la carga de trabajo le echarás más o menos horas pero para mi conciliar es tener esa libertad.

¿Cómo te ves en unos años?

Pues ahora mismo tenemos muchas ideas en desarrollo. Desde que ganamos en 2015 una beca de impulso a emprendedoras hasta ahora hemos constituido la empresa y hemos empezado muy lentamente, porque no tenemos financiación externa, a trabajar en nuestro proyecto de mejora de la ciudad, a apoyar a los pequeños negocios y a ayudar a grandes empresas. En un futuro querríamos poder formar un grupo de pequeños negocios que hicieran networking y que interactuaran entre ellos.

También nos gustaría añadir ciudades a nuestro proyecto “family welcome”: Gijón, Bilbao, A coruña, Valencia, Sevilla, Málagra, Granada, Ibiza…la lista es muy larga y en todas ellas hay gente que nos ha contactado con la idea de llevar nuestro proyecto a su ciudad lo que pasa es que queremos ir creciendo poquito a poco, no se trata de abrir franquicias sino de llevar nuestro proyecto allí, de seguirlo liderando nosotras y eso requiere más tiempo y más recursos.

Y hasta aquí esta entrevista… me quedo con su objetivo: transformar la ciudad en un lugar más amable para los niños y sus familias”. Debería ser algo que persiguiéramos todos, un objetivo común, tengamos o no tengamos hijos, porque las ciudades se están deshumanizando y si perdemos lo que nos diferencia de los animales más vale que nos dediquemos a otra cosa.

También admiro su capacidad de lucha, su nadar a contracorriente creando una empresa con responsabilidad social (no todo vale con la excusa de ganar dinero!), su empatía y su cariño.

Qué os ha parecido? Os gusta esta sección? Quién será la próxima?? Si os apetece saber quién hay detrás de alguna marca o empresa que os guste decídmelo, las sugerencias son más que bienvenidas!

Las dos guías que sortearemos!

Y como Mavi es un solete y generosa como buena sureña nos ha ofrecido 2 guías “BCN Family Welcome” así que… aquí llega mi primer sorteo!!! #oleole Y qué tenéis que hacer para conseguir una?? pues lo de siempre babies! Seguirnos en instagram a @yeswemom y @mammaproof.barcelona, dar un like a la foto del post de la entrevista y poner a dos amigas a las que creas que les gustaría tener la guía. Haré el sorteo el viernes por la noche así que tenéis toda la semanita para participar, mucha suerte!

Mi (mala) experiencia con la (NO) conciliación

Leyendo lo que escribí en el apartado de “sobre mí” me he dado cuenta que olvidé contaros que soy publicista. Bueno al menos lo era antes de ser mamá de tres, porque ha resultado ser una profesión incompatible con la maternidad (al menos como yo la entiendo).

Aviso: hoy me voy a poner un poco más seria de lo habitual porque el tema no es para tomárselo a broma.

Sigo:

En realidad la culpa no es de la profesión en sí, obviamente sino de los que la forman, y me temo que es publicidad como podría ser otro sector, pero os cuento lo que pasa en el mío que es el que conozco.

Cuando digo que la culpa es de los que forman parte de la profesión me refiero, en primer lugar, a los responsables, la mayoría de veces hombres, que siguen anclados en los horarios del siglo pasado (de 9 a 14h – de 16 a 19h) y que ven cualquier intento de cambio como si fueras a dar menos servicio al cliente (clientes, por otro, lado con horario más que flexible que te ponen reuniones a las 15h y a las que no te puedes negar a asistir). Así pues tu horario acaba siendo de 9 de la mañana a 7 de la tarde ininterrumpido. Y en verano es aún mejor porque se inventan lo de la jornada intensiva que sólo sirve para que además no te levantes de la silla ni para comer y acabes saliendo con suerte a las 5 o 6 de la tarde y medio desmayada.

Yo cuando nació mi primer hijo tuve claro que quería pedir reducción de jornada así que lo propuse a la empresa yl a respuesta fue, palabras textuales, “ok pero tu sueldo y tu carrera profesional quedan congelados”. Así, zasca, sin pestañear. Y me consta que a todas las que pidieron reducción les dijeron exactamente lo mismo. Cómo se puede ser tan necio?? Qué les hace pensar que no merezcas un aumento o una promoción si vas a hacer igual de bien (o mejor porque irás ganando experiencia) tu trabajo?

Cuando les propuse variar mi horario haciendo de 9 a 16:30, con media hora para comer, y así sólo reducía mi horario en una hora la respuesta también fue negativa. Argumentaron que al mediodía no hay clientes… y entonces por qué tienes recepcionista al mediodía? Y por qué se hacen reuniones a las tres? En fin… no hay más sordo que el que no quiere oír.

Poco a poco me fueron relegando tareas y eso que eran más las tardes que trabajaba desde casa que las que no… si pudiera haber avisado a esa yo del pasado y decirle “deja de hacer el burro, no te van a dar ni las gracias y por supuesto no te lo están pagando”.

En el reparto de culpas también tienen su lugar los compañeros y compañeras. Esos que te miran mal si te quejas cuando ponen reuniones a última hora (o fuera de horario) o que no entienden que si tu hijo se ha puesto malo y no tienes con quién dejarlo, tengas que salir a recogerlo de la guarde o del colegio.

También están los que esperando el ascensor al mediodía te dicen “que bien eh? Tu ya estás, tarde libre!” eso mientras estás pensando que has salido tarde, vas a tener que comer en 20 minutos e ir al súper corriendo porque a las 5 sale el niño y es imposible hacer la compra con él.

Y claro, ni te quejes porque te van a soltar un “los has tenido porque has querido” y sí, eso está claro, y yo disfruto muchísimo de mis hijos pero de ahí a pensar que me voy de vacaciones cada tarde va un abismo.

En fin, cuando nació mi segundo hijo, al reincorporarme de la baja maternal, me tuvieron un mes (1 MES!) sin hacer nada, mi propio jefe me dijo “no sé, mira tus cosas…tu facebook, tus mails..” Os lo podéis imaginar? Era tan surrealista que pensé que me estaban haciendo mobbing así que me asesoré y lo primero que me dijeron fue “ni se te ocurra mirar cosas personales en horario de trabajo” así que imaginaros tener que ir cada día al trabajo mientras tu marido se queda con los dos (me reincorporé en agosto) sin tener absolutamente ninguna tarea asignada y viendo como todo el mundo va derrapando… Y al final resultó que ni mobbing ni nada… me tenían tan relegada que ni si quiera habían pensado qué hacer conmigo cuando volviera. Ya os digo que las que tenemos reducción pintamos más bien poco, al menos en mi empresa. Bueno para que os hagáis una idea de otra de las perlas que tuve que oír: estaban cambiando algunos de los ordenadores que teníamos porque eran del pleistoceno y cuando pedí que se me cambiara el mío la respuesta fue que no porque total, yo solo iba por las mañanas…Y??? precisamente por eso, si voy solo por las mañanas y no tengo recursos sacaré menos trabajo adelante.

En fin, fueron pasando los meses y cada vez estaba más agobiada con la situación y ya la gota que colmó el vaso fue cuando quisieron ponerme con un cliente que estaba en Madrid y requería viajar. Fue entonces cuando me fui directa al despacho del director a preguntar si se habían vuelto locos ya del todo pero evidentemente de locos nada, lo tenían todo bien estudiadito y fue allí donde llegó la propuesta mágica de acuerdo para dejar la empresa. Y yo, que me acababa de quedar embarazada de mi hija, me comí con patatas el #yonoreuncio de mi querida Laura Baena (Club de Malasmadres) y acepté.

Es por toda esta experiencia que mi profesión ha quedado en casi último plano y que mientras sigan así las cosas no creo que vuelva a poner un pie en una agencia… una lástima porque me encanta mi profesión pero me gusta mucho más ser mamá.

Y vosotras, qué tal vuestra experiencia con la conciliación familiar?? Habéis conseguido encontrar un equilibrio?

Quién hay detrás de Minimoi

Detrás de Minimoi encontramos a Roser, mamá emprendedora llena de energía y muy divertida.

Estoy muy feliz de poder inaugurar esta sección con una empresa que me chifla. Y es que si yo os digo que la cosa va de decoración infantil seguro que os empiezan a rondar nombres por la cabeza, peeero si os digo que tienen los quitamiedos más bonitos que hayáis visto nunca, las camas donde incluso vosotras querríais dormir y las mochilas más molonas del universo 2.0 seguro que adivináis de quien os hablo… Yesss, hoy sabremos #quienhaydetrasde Minimoi.

Su creadora es Roser, tiene 37 primaveras muy bien llevadas, dos hijas de 7 y 5 años, y un amor por la decoración y por las cosas bonitas y bien hechas que hechiza.

¿Cómo empezó todo?

En 2010 nació mi primera hija y empecé a buscar cosas diferentes e interesantes para ella que me hicieran sentir como cuando era pequeña. Entonces me di cuenta de que las cosas que encontraba eran de Australia, de países nórdicos… pero en España no había tanta variedad.

Además, un poco por deformación profesional, cada vez que le quería comprar algo a mi hija hacía un pequeño estudio de mercado…

¿por deformación profesional? ¿A qué te dedicabas?

Yo venía de la consultoría estratégica y del mundo del márketing y cada vez que necesitaba por ejemplo una mochila para la guarde, buscaba todas las opciones posibles, comparaba precios…

Se me ocurrió que toda esa información la podía compartir con otras mamis, así que empecé a escribir un blog con mi hermana, que es creativa publicitaria y también una apasionada de las tendencias del mundo infantil.

¿En qué año empezasteis el blog Minimoi?

Lanzamos el blog en 2011 cuando mi primera hija tenía un año y a medida que ella iba creciendo pues iban surgiendo nuevos temas… ahora toca buscar el primer patinete o ahora ya pasa de cuna a cama…

¿Así que al principio prácticamente el contenido del blog lo marcaba las necesidades de tu hija?

¡Totalmente! El blog fue creciendo con ella pero al cabo de un tiempo, cuando ya funcionaba muy bien, cada vez nos llegaban más consultas de gente que buscaba cosas concretas y no las encontraban así que adaptamos un poco los temas a lo que nos pedían.

¿Y cómo pasasteis del blog a la tienda?

En el blog publicábamos comparativas, precios, links donde podían comprarlo… pero aún así, nos llegaban muchas peticiones para comprárnoslo a nosotras y aquí se nos encendió la bombilla y pensamos que quizás lo que había empezado como una afición se podía convertir en un negocio…

Pero no era tan fácil…¿no?

No, porque en ese momento yo tuve a mi segunda hija y unos meses más tarde mi hermana tuvo a su primer hijo y decidió que ya no quería continuar en el blog para poder dedicarle más tiempo a él.

Y yo mientras seguí publicando e intentando compensar la parte que llevaba mi hermana pero dentro de mis posibilidades.

Pero la idea de la tienda on-line seguía allí…

Sí, y sin quererlo, de forma inconsciente, el blog se transformó en algo en lo que emprender.

Siempre he pensado que hay cosas que te arrepientes más de no probarlas que de hacerlas.

Prefiero fracasar pero quedarme con la satisfacción de haberlo intentado que no quedarme siempre con la incógnita de qué hubiera pasado.

Y te decidiste…

Es que ya llegó un punto en que después de recibir cada día muchos mails de “te quiero comprar esto” pensé que me debería poner en serio pero claro, ponerse en serio y compaginarlo con el trabajo era imposible y pedí una excedencia en mi trabajo para ver si realmente esa idea podía convertirse en negocio.

¿Y cómo se pasa de blog a tienda on-line?

Yo no sabía ni por dónde empezar así que estuve unos meses formándome para conocer mucho mejor todo el tema online. Me fui a informar en distintas organizaciones: la Cambra de Comerç de Barcelona, Barcelona Activa y al final ya constituí la sociedad y lancé la tienda finalmente en Enero de 2015.

¿Cómo fueron los primeros meses de apertura de la tienda?

Al principio pasé muchos nervios… me quedaban unos meses por delante de excedencia y pensé: ¡ostras no sé si me dará tiempo de ver si esto funciona o no! Iba todo un poco justito pero le fui viendo el potencial, vi que la cosa tiraba y le cogí el gusto a trabajar por mi cuenta.

Por tu cuenta…y sola, ¿no?

Sí porque empecé totalmente sola: yo escribía los posts, buscaba los productos, hacía los pedidos, los empaquetaba, los mandaba….¡todo!

Al cabo de unos meses ya pude incorporar a una persona en el equipo que me dio mucho aire para poder hacer algo más que no fuera hacer paquetes (risas).

Y así con mucho esfuerzo y mucha ilusión Minimoi ha ido creciendo…

Sí, por suerte ahora ya somos más y aunque seguimos todos haciendo un poco de todo, yo me he centrado en la incorporación de nuevos productos y atención a los clientes porque me encanta estar en contacto con las personas de forma directa.

¿Qué tal lleváis la conciliación familiar en Minimoi?

Yo siempre he sido muy “germánica” a la hora de conciliar, para mí la prioridad número uno es la familia, y creo que si estoy contenta en mi faceta personal luego rindo mucho más en mi faceta profesional.

Por eso en Minimoi intentamos hacer un horario lo más conciliador posible: que si hay algo urgente se soluciona y yo sigo atendiendo al teléfono hasta las 6 de la tarde pero quizás estoy en el parque, o en la playa ¡o desde casa!

Dos niñas pequeñas y una empresa…¿Cómo os organizáis?

Bueno por la mañana se encarga mi marido de llevar las niñas al cole…hay mucha gente que dice eso de “mi marido me ayuda” pero a mí mi marido no me “ayuda” porque somos iguales… es una responsabilidad compartida.

Así que por la mañana las lleva él y por la tarde sí que las voy a buscar yo y me encanta ese rato de poder jugar con ellas y disfrutarlas, aunque ellas tienen una edad en que ya entienden perfectamente que me puede llamar un cliente y entonces saben que hay que dejar un momentito a mamá y hacer un paréntesis en el juego.

Hablemos de las redes sociales, algo esencial en un negocio totalmente on-line…¡¡Habéis superado los 50.000* seguidores en Instagram!!! ¿Estáis de celebración? (ahora ya pasan los 55k!)

¡¡SÍ!!! Estamos contentísimas de haber llegado a los cincuenta mil seguidores, nos hace muchísima ilusión porque es gente de verdad, que te siguen porque les interesas, no tenemos ni un seguidor comprado porque nos parece un sinsentido… nosotras apostamos por las cosas bien hechas y si trabajas bien acaban llegando los resultados.

Me encantan las redes sociales porque al final es la manera de tener el contacto directo con la gente y realmente ese es el punto diferencial porque, aunque nuestro negocio sea online, la gente conoce la marca, te preguntan, hablas con ellos…

¿te encargas de las redes sociales tú sola?

No, definimos conjuntamente la parte de estrategia y tenemos una persona en el equipo que es la community manager y se encarga de gestionar el día a día. Y la verdad es que estamos superorgullosas porque nos lo hemos hecho nosotras todo, absolutamente todo, no hemos tenido una agencia detrás que nos ayudara, todo es prueba-error y es supergratificante cuando ves a toda esa gente real que hay detrás.

¿Cómo ves a Minimoi de aquí a 5-10 años?

Igual que ahora pero con más gente porque, por suerte, cada vez tenemos más trabajo pero la esencia será la misma seguro: seguir encontrando cosas distintas que nos encanten.

¿Pero seguiréis con el mundo niños o habrá algo más?

Esto no te lo sabría decir porque cada vez la barrera es menos definida. A veces publicas cosas que parecen de niños pero de repente les gusta a un público adulto… por ejemplo: las luces quitamiedos. En principio son para dormir bebés, pero son tan monas que incluso hay gente que no tiene hijos y las compra como elemento decorativo.

Dejamos salir a la niña que llevamos dentro…

¡Exacto! ése es el espíritu de Minimoi… cosas que despierten un poco tu alma de cuando eras pequeña y que te hagan volver a ser un poquito niña.

Son cosas que te arrancan una sonrisa y no tienes porqué tener hijos para apreciarlas… puede que tengas ese alma de fantasía dentro que conecta con tu yo pequeño. De ahí el nombre “mini-moi”: que significa pequeño yo en francés.

Pues hasta aquí con esta primera entrevista… me quedo con su convicción de seguir adelante, su pasión por el trabajo, su buen gusto al escoger productos y sobretodo por esos valores tan marcados (la familia es lo primero!) que la han llevado a crear una empresa de la que muchas grandes deberían tomar ejemplo y en la que sospecho que sus trabajadoras se deben sentir muy queridas.

Qué os ha parecido? Os gusta esta nueva sección? Quién será la próxima?? Si os apetece saber quién hay detrás de alguna marca o empresa que os guste decídmelo, las sugerencias son más que bienvenidas!

Septiembre: el mes en que todo vuelve a la “normalidad”

O eso dicen porque yo, a estas alturas, no sé cual es mi normalidad… desde que acabé la facultad mi normalidad ha sido trabajar y en los últimos 6 años mi normalidad ha sido trabajar y estar embarazada y/o cuidando de un recién nacido (es lo que tiene dar a luz tres veces en cinco años!).

Y si hilamos más fino aún, mi normalidad los últimos 14 meses ha sido tener a una baby pegada a mi twentyfourseven.

Así que hemos llegado al mes en que todo vuelve a su cauce y yo estoy sin trabajar y sin bebé ,cosa que no me puede parecer más rara… y ahí estoy, intentándome hacer a la idea. Y no es fácil, todo el mundo me decía “qué bien estarás en septiembre” y hasta yo me había convencido peeero esto de llegar a casa y que esté vacía y en silencio después de este verano, que ha sido hardcore, es muy raro.

Es cierto que ahora voy a tener algo de tiempo para hacer tooodas las cosas de la lista que os enseñé en agosto y de las cuales, cómo no, he hecho menos de la mitad. También es verdad que voy a poder hacer algo de deporte y formarme en mil cosas que me interesan. Y cómo no, tengo que ponerme las pilas también para encontrar un trabajo que me guste y permita conciliar con mi familia (carta a los Reyes!).

Pero reconozco que estoy fuera de mi zona de confort y que hay veces que eso me supera. Aunque también es verdad que es una prueba de la que voy a aprender mucho seguro.

Y hasta aquí el post de hoy, más cortito y más personal de lo habitual pero una también necesita desahogarse de vez en cuando… y cómo aquí nadie me hace callar pues os he arreado el rollo!

Qué tal vuestra vuelta a la normalidad?? la estabais esperando con ansia viva o os da una pereza terrible?

P.D.: Ah! una de las cosas a las que voy a dedicar más tiempo es a este blog así que en breve vienen novedades: La primera en forma de entrevistas para conocer quién hay detrás de las marcas que más nos gustan de este universo 2.0…espero que os gusten!

Vacaciones con familia numerosa?

Claro que sí, guapi! Aunque quizás deberían llamarlas: la prueba de resistencia anual. Y es que sí, son vacaciones porque estamos todos en casa pero lo de descansar, dormir hasta quedarte hinchada, y tomar mojitos durante la puesta de sol está reservado a otros.

Aunque en mi optimismo habitual, si superamos lo del año pasado podemos con todo! La baby nació la última semana de cole y casal de los hermanos así que cuando tenía 5 días estábamos todos en casa y mi marido y yo éramos una extraña versión de The walking dead porque no dormíamos de noche (la baby llevaba el horario cambiado y con sus lloros despertaba al mediano, así que nos repartíamos atendiendo cada uno a uno) y de día era un festival porque al papi le tocaba entretener a dos y a mi “teta, teta y más teta”.

En fin, que si pudimos con eso este año pinta mejor. Además también hemos aprendido que con niños el “divide y vencerás” no funciona. Siempre es mejor sumar… me refiero a añadir niños a la ecuación (aunque mis amigas que tienen sólo uno flipen cuando les digo que me traigan al suyo a jugar a casa). Es decir, si viene algún amiguito a casa se distraen más que con nosotros. Así que siguiendo esta máxima, estas vacaciones las pasaremos con unos amigos que tienen dos hijos de las edades de nuestros mayores. Los adultos seguiremos en minoría pero tenemos la secreta esperanza (o no tan secreta) que se entretengan un poco solos y dejemos de oír a caaaada momento “maaaammmaaaaaa” y “papi mia, mia mia!!” (mia= mira)

El plan será playa y piscina, o piscina y playa y paseíto. Y ya está. Para mí será un reto porque soy más de ir a ciudades (ya vivimos en la playa) y descubrir cosas nuevas, pero entiendo que ahora estamos en una fase en la que sería un suicidio hacer lo de antes porque no disfrutaría nadie. Y aunque para mí no sean las vacaciones soñadas, ahora que lo he escrito tampoco me parece tan mal plan!

Así que me tomaré este mes de agosto de “descanso” e intentaré coger fuerzas para septiembre porque llegan grandes cambios. Va a ser como mi “enero” particular y tengo una lista de propósitos encabezada por: dedicarme más tiempo a mí. Después de un año con la baby 24/7 (solo me he despegado de ella unas horas) hemos decidido que en septiembre irá a la guarde unas horitas con su hermano. Creo que será beneficioso para las dos porque ella cada vez necesita distraerse más y yo necesito tiempo para hacer todas las tareas que he ido postergando a lo largo de estos meses. La principal: volver a hacer deporte, porque ya no es que lleve los kilos de este último embarazo, es que aún no me había sacado de encima todos los del anterior!! Así que a sudar toca, y a comer mejor también. Luego quiero organizar la casa que está que ni os cuento… además en vacaciones haremos cambio de habitaciones y tocará mover un montón de cosas de sitio, la idea es mover ahora lo imprescindible (las camas, vamos) y en septiembre yo me encargo del resto. Y por último, casi lo más complicado, buscar un trabajo que me guste y que me permita conciliar con la familia. En mi sector va a ser misión imposible pero no quiero descartarlo del todo porque me encanta. A ver qué encuentro porque de momento no he mirado mucho (cada vez que lo hago me da bajón) y mientras voy buscando aprovecharé para formarme porque en estos dos años han aparecido mil cosas nuevas que no domino. Ésta es mi lista de propósitos principales, espero cumplirlos todos y que no se queden en una mera wish list!

En fin… que me he desviado un poco del tema vacacionero. Os deseo muy buen verano a todas ( y todos, que me consta que algunO también me lee) y que nos vemos a la vuelta con más cositas que he ido pensando también para el blog.

Vosotras qué plan tenéis estas vacaciones?? Contadme va! Pero por favor, si vais muy lejos o tenéis un superviaje, ponedlo también pero disimulando un poco… en plan “buf, tengo que hacer una de horas de avión” o “madre mía qué narices vamos a comer en ese país tan exótico”.

Babies… A disfrutar y descansar a partes iguales! Besos!!

El Delfín Verde: camping ideal para familias

 

 

El finde pasado para celebrar mi cumple hicimos una escapada al camping El Delfín Verde. Yo soy cero de campings pero vi unas fotos de sus bungalows y pensé “Así si!” y como mi marido lleva tiempo insistiendo en que un camping es ideal para familias, pues para allí que nos fuimos.

La verdad es que los bungalows eran en realidad mini apartamentos en zona ajardinada (los nuestros eran los Barcelona, recién inaugurados). Dos habitaciones con sus respectivos baños con plato de ducha, un salón con cocina muy bien equipada y un porche con mesa y sillas e incluso sofá.

También puedes pedir trona (gratis) y cuna (10 euros que, tras mostrar mi sorpresa por el hecho de cobrarla, y más teniendo en cuenta que no hay descuento para familias numerosas, nos pusieron gratis. Ya sabéis aquí el que o llora no mama).

La verdad es que prácticamente hicimos vida en el porche porque se estaba muy fresquito y para nosotros que vivimos en ciudad, poder comer “pisando verde” es un lujo. Aunque en realidad lo que nos hubiera gustado era pegarnos una buena siesta en ese sofá pero de momento tendrá que esperar…

Desayuno en el porche, El Delfín Verde.
Zona bungalows Barcelona, El Delfín Verde.

Alrededor todo césped, árboles y flores superbién cuidadas y un caminito que te llevaba a la playa con unas vistas de las Illas Medes espectaculares. Justo antes de la playa hay un chiringuito muy chulo al que le tenemos el ojo echado para alguna visita de más adelante, cuando los peques sean un pelín mayores y no se queden fritos a las 10 de la noche. Tenía zona de chill-out con camas tamaño matrimonio que mis hijos usaron como camas elásticas (estaba cerrado y no nos veía nadie… para qué les íbamos a quitar la ilusión a los pobres!)

Chiringuito camino de la playa, El Delfín Verde.
Zona Chill-out del chiringuito, El Delfín Verde.
Playa espectacular situada en una reserva natural protegida, con las Illas Medes al fondo. El Delfín Verde.

Además cada zona tiene una (o varias) piscinas que cubren muy poquito y que hicieron las delicias de mis hijos pequeños: el mediano porque decía que nadaba y hacía el cocodrilo (el agua no le cubría ni el culete cuando se estiraba!) y la baby porque sentada quedaba como si estuviera en la bañera y era perfecto para chapotear..

Una de las piscinas que cubrían poco, El Delfín Verde.
Otra de las piscinas pequeñitas en la que además había un mini-parque. El Delfín Verde.
Estas piscinas son ideales para los más peques. El Delfín Verde.
Se lo pasaron bomba! El Delfín Verde.

Y para el mayor cómo no, la súper piscina en forma de delfín. A él le encantó porque se podía tirar y hacer mil chapuzones pero la verdad es que es donde más gente hay y los alrededores de la piscina son de baldosas, no hay césped y las hamacas creo que eran de pago. Yo desde luego me quedo con las piscinas pequeñitas y su césped, eran mucho más tranquilas y casi siempre estábamos solos.

En cuanto a instalaciones, todo lo que podáis pedir: campos de fútbol, de tenis, mesas de ping-pong, parques para peques peques y para peques más mayorcitos, gimnasio, camas elásticas (de pago, pero hacen la vista gorda con el tiempo…), minigolf. Incluso creo que hay sala de juegos pero nosotros por allí, por suerte, aún no nos toca pasar.

Campos de fútbol, uno de ellos con césped natural y tamaño real, campos de básket, mesas de ping-pong, pistas de tenis… El Delfín Verde.
Parque para los más peques, El Delfín Verde.
Parque para más mayores, El Delfín Verde.

También una zona con escenario donde vimos que por las mañana organizaban distintas clases de gimnasia y por la tarde había animación para los peques. Había una pantalla enorme para eventos deportivos, nosotros pudimos disfrutar la Fórmula 1.

Y para dormir también hay de todo, desde zonas de acampada para tiendas y caravanas (creo que incluso se podían alquilar ambas cosas), hasta bungalows chiquitines, luego otros de madera un pelín más grandes e incluso unas modernas tiendas “glamping” que eran chulísimas pero para nosotros poco prácticas porque los niños tienen que dormir en una habitación en alto, con escaleras tipo litera y, de momento, los nuestros son demasiado pequeños para eso.

Zona Bungalows, El Delfín Verde.
Tiendas «glamping», El Delfín Verde.

También hay médico pero sólo una hora al día, lo que nos pareció un poco justo porque, al preguntar a los socorristas que nos atendieron por una pequeña herida que se hizo mi hijo, nos sorprendieron diciendo que en el camping caben hasta 8.000 personas!! Aún así, en ningún momento nos dió la sensación que hubiera tanta gente y eso que estábamos en temporada alta, pero la gente queda muy repartida y es que el recinto es enorme.

Y en cuanto a servicios hay varios restaurantes y un gran supermercado con precios más que correctos.

Ahí encontraríamos la parte negativa de este camping, la poca profesionalidad de algunos de los empleados, por lo menos de la mayoría de los que tratamos nosotros. A excepción de la gente del supermercado y los socorristas, el resto muy mal… sin ganas de atender, con malas caras y poco profesionales.

Empezando por la recepción donde el chico que nos atendió el primer día se equivocó de alojamiento y luego nos explicó mal el tema de la pulsera (nos dijo que podías pagar en todos los sitios pero olvidó el detalle que tienes que cargarla primera porque es pre-pago, así que al día siguiente los cruasanes que quería comprar para el desayuno se quedaron en la panadería..), luego otra chica a la que pregunté por esa pulsera después de quedarme sin cruasanes y que llegué a pensar que no entendía mi idioma porque se quedaba pasmada ante mis preguntas…

Pasando por la coordinadora de limpieza a la que pedimos por favor que vinieran a quitar los dos chicles que había pegados en el suelo (gran problema sin vas con niños que gatean, bueno y si no también porque yo pisé uno descalza y… puajjj!). Fue muy simpática y me pegó un rollo de que ella también tenía tres hijos y blablablá pero cuando nos fuimos dos días después los chicles seguían allí. Los camareros del restaurante de la piscina y del restaurante italiano te atienden sin ganas y tienes que pedir las cosas repetidamente (tres intentonas para conseguir una trona y otras tres para una cucharilla…)

En fin… es una lástima que dirección se esmere tanto en tener un camping tan bonito y unas instalaciones de 10 si luego no hace una buena selección de personal y tampoco tiene supervisores que vayan controlando.

Pero bueno, no os creáis que nos llevamos mal recuerdo, al contrario… estamos deseando repetir!! Nunca os recomendaría un sitio que no me gustara por muy «pinterest» que sea… Eso sí, la próxima vez comparemos la comida en el súper o en una tienda de comida preparada, que tenía muy buena pinta y a juzgar por las colas que siempre se hacían delante debía estar todo muy rico.

 

La guinda: las piscinas chiquititas son perfectas. Peques felices→ padres relajados así que todos encantados de la vida.

A mejorar: sin duda, el personal. He obviado algunas cosas por no dar la sensación equivocada ya que nuestro finde fue muy muy bien pero el tema del personal deberían mejorarlo a todas luces. Yo pongo todo de mi parte en mi trabajo para que mis clientes queden satisfechos (y no siempre es fácil, trabajo en publi!) así que espero obtener lo mismo cuando la clienta soy yo.

Datos: Camping El Delfín Verde. Carrer del Rossinyol, 1. 17257 Torroella de Montgrí, Girona.

Y vosotras, sois de cámping?? conocíais El Delfín Verde? Me recomendáis algún otro de este estilo?

 

Viajar con niños: sí se puede, y puede ser incluso divertido

Empieza Julio y algunos afortunados ya estarán de vacaciones pero, para los que todavía contáis los días, ahí van algunos consejos que a nosotros nos han ido de maravilla.

Nos encanta viajar y a medida que la familia ha ido aumentando, aunque los viajes se han ido espaciando, nunca hemos dejado de salir. Los viajes cambian completamente pero a mejor, ver en sus ojos la emoción de algo que para ti ya resulta rutinario como coger un avión o un tren hace que te devuelvan la ilusión.

Y qué decir de la cara de pánico de la gente mientras espera en la puerta de embarque cuando te ven con dos niños pequeños?? Ese momento es impagable… en todos ellos se refleja lo de “por dios, que no me toquen al lado” y a mí cuando aterrizamos siempre me dan ganas de decir, lo veis como tenemos un encanto de niños? No como el señor de la segunda fila que se ha pasado el viaje gritando!!

En fin, no me enrollo más, ahí va lo que hemos aprendido viajando por el mundo:

Maletas, menos es mejor

Antes de tener hijos nos llevábamos una maleta grande para cada uno, con modelito de día (o playa), de tarde y de noche peeero queridas eso pasó a la historia. Hay que economizar espacio porque aunque aumentan el número de personas, las manos que llevan maletas siguen siendo las mismas y en ocasiones menos si hay que empujar un cochecito, así que yo recomiendo:

*Adultos:

Ropa interior

1 camiseta para cada día

1 pantalón/falda cada dos días

1 par de zapatos cómodos

1 par de zapatos de recambio (un poco más monos si queréis pero que sean cómodos)

1 ropa de abrigo por si vamos a algún sitio que pueda refrescar.

1 chubasquero

1 pijama (aunque a veces, uso una camiseta de manga corta y tira que te vas…)

*Niños:

Exactamente lo mismo pero con más ropa de recambio.

Neceser: todos los jabones en potes pequeños de viaje. Una alternativa son las muestras o jaboncitos que nos dan en los hoteles, nosotros solemos guardarlos para viajes en avión. No es necesario llevar mascarilla, ni exfoliante, ni pinzas…vas de vacaciones…y con niños…intenta relajarte el rato que te quede para ti..

Y YA ESTÁ. De verdad, no necesitas nada más. Aunque te parezca mentira, el secador de pelo no es imprescindible, los zapatos de tacón tampoco, ni unos pendientes a juego con el collar y a juego con la camiseta… de verdad, no hace falta.

Otra cosa importantísima, cómo colocamos las cosas en las maletas. Yo siempre empiezo por los pantalones en el fondo de la maleta, doblados a mitad para que ocupen lo menos posible y encima en dos pilas las camisetas o jerseys. Los zapatos a veces los pongo separados en los laterales y si hay que llevar toallas o sábanas las pongo planas en la parte que se abre de la maleta (tapa?)

Si vas con bebés te tocará cargar con pañales, son un horror porque ocupan un montón pero yo los pongo en el bolsillo de fuera de la maleta, y como son planos los voy repartiendo.

Otra cosa, si nunca has perdido una maleta quizás no se te haya pasado por la cabeza pero nosotros, que sí hemos pasado por ese trance, lo que hacemos es que llevamos un poco de ropa de cada miembro en cada maleta.

Pues con estos simples consejos pasamos de las 2 maletas para dos adultos a 1 maleta grande y 1 de mano para cuatro cuando fuimos a Munic (vacaciones de verano, once días). Lo de llevar una maleta de mano yo lo hago siempre por si te pierden la/las grandes que al menos tengas un par de mudas para cada uno. Es muy desagradable llegar a un sitio que no conoces sin nada, nos pasó en Praga, por suerte cuando aún no teníamos peques.

Viajar en avión: cochecito, líquidos y otros temas

Aquí también tuvimos una mala experiencia así que yo intento NO facturar nunca el cochecito. Por dos motivos: uno, puedes llevar al peque sentado hasta la puerta de embarque y dos, te aseguras que el carrito llegue a destino.

Creo que tienen que ser de tipo paraguas, los que llevan sillita a parte hay que facturarlos.

Aunque no todas las compañías te dejan hacerlo. A nosotros en un vuelo París- Amsterdam nos obligaron a facturarlo y el carro no llegó hasta pasados 3 días así que imaginaros la faena, encima yo estaba embarazada de muy poquito del mediano con lo cual le tocó cargar a mi marido al peque los tres días.

Eso sí, es recomendable tener un cochecito sencillo para viajar porque no los tratan demasiado bien, por decirlo finamente, y si llueve que sepas que te va a llegar chorreando.

Otro tema importante si viajas en avión con niños: los líquidos. Estás autorizado a llevar líquidos siempre que sean para los peques, es decir, puedes llevar agua para preparar bibe, papilla de cereales líquida, zumos… yo he llevado todo esto sin problemas. Eso si, en el control se lo llevan todo y lo miran y remiran así que hay que ir con tiempo.

Hablando de controles, las familias con niños tienen un control policial especial. Así que te ahorras un montón de colas.

Hay algunos aeropuertos que también tienen prioridad de paso para familias en el check-in pero son los que menos.

Y también muchos aeropuertos se están poniendo las pilas con zonas de ocio para los peques, cosa que se agradece un montón para que la espera no se haga eterna mientras oímos en bucle “cuando salimoooossss”.

Durante el viaje

Nosotros somos cero pantallitas así que ni se me pasa por la cabeza llevarnos la tablet, como alternativa busco juguetes pequeños y que sean entretenidos, desde el típico cochecito a cartas (en especial unas de buscar imágenes que les encantan) o lápices de colores y papel que no por ser un clásico deja de ser resultón.

Otra cosa que nos va bien es comer durante el trayecto. Cuando son bebés aguantar la toma en la medida de lo posible para el despegue o salida y así lo más probable es que duerman la mayor parte del recorrido. Para los más mayorcitos algún bocadillo o palitos que ya garantizan entretenimiento durante un rato.

Esto es todo, sencillo de seguir pero espero que os resulte útil!

Y vosotras, sois de viajar lejos con niños o buscáis vacaciones cerca de casa? Cuáles son vuestros trucos par no morir en el intento?

Family Room Café: restaurante perfecto para ir con niños

Hace tiempo que teníamos pendiente ir al Family Room Café, nos encanta ir descubriendo sitios en los que comer bien y en los que los peques puedan disfrutar. El viernes por fin se alinearon los astros y aunque el mediano estaba en la guarde (o quizás por eso) nos decidimos a ir.

Nosotros escogimos el de Les Corts por comodidad ya que antes habíamos hecho unos recados por la zona.

Family Room Café, Les Corts

La primera impresión ya fue buena, como fuimos muy pronto ( antes de las 13:30h, “mama tengo haaaambreeee” “mama cuando comeeeemoooosss”) tuvimos el local para nosotros solitos y nos sentamos junto el rincón de juegos, como no.

Mesa privilegiada, al lado del rincón de juegos. Family Room Café.

Primero pedimos para nuestro hijo un súperplato de pasta, buenísimo doy fé, pero tener el rincón de jugar tan cerca hizo que a medio plato desapareciera y el camarero muy amablemente se nos adelantó preguntando si lo queríamos para llevar (estos detalles me encantan). Mientras comía el mayor aprovechamos para darle la papilla a la baby (olvidé preguntar si ofrecían papillas, pero no me extrañaría en absoluto) así que al ratito estaban los dos jugando como si estuvieran en casa.

Plato de pasta riquísimo, Family Room Café.

Y nosotros, pues nosotros mejor que en casa porque encima nos cocinaron platos buenísimos. Yo pedí la ensalada del día (con salmón, aguacate, pepino…), riquísima y más que generosa, podría ser plato único perfectamente, pero a mí que si algo me gusta es comer, me dio por pedir de segundo una piadina de berenjena y gorgonzola que era espectacular. Mi marido pidió unos rollitos vietnamitas y un bocadillo de roastbeef también riquísimos.

Ensalada del día, Family Room Café.

De postre había un surtido de pasteles caseros con una pinta deliciosa pero ya no podía comer más así que es la excusa perfecta para volver otro día a merendar.

Galletas y pasteles caseros, Family Room Café.

Y todo esto SIN INTERRUPCIONES…que más se puede pedir??

Sí, se puede pedir que el local sea bonito… y este lo es y con creces. Decoración cuidada al detalle, mapa mundi enorme que hizo las delicias de mi hijo, mesas y sillas distintas que hacen un conjunto la mar de bonito. Rincón de juegos con casita de madera y cojines, sillitas pequeñas, juguetes.

Mapa mundi, Family Room Café.
La baby como en casa, Family Room Café.
Creo que se hubieran quedado toda la tarde, Family Room Café.

La guinda: en el lavabo no solo tienen cambiador sino que hay pañales, toallitas y hasta colonia. También un adaptador para el váter que nos hubiera ido bien si hubiera venido el mediano.

A mejorar: pues la verdad que nada, no hubo nada que no nos gustara (y no, no me pagan por este post… me faltan tropecientos “k” para eso!)

Family Room Café: calle Joan Gamper 13, Barcelona.

Vosotras ya conocíais este sitio? Me recomendáis algún otro parecido para ir probando?

Operación pañal (Dame veneno que quiero morir…)

 

Dame venenooo…prefiero la muerte que vivir sin ti (pañal) dame venenooo. En fin, nos lo tomaremos con humor porque en casa este fin de semana hemos empezado la segunda operación pañal.

Le toca al mediano, el que con 6 meses gateaba y a los 9 andaba, el que a los 18 aterrorizaba a las abuelas del paseo con sus carreras en patinete y el que juega a fútbol mejor que yo (ok, no es muy difícil pero tiene mérito con dos años), el de los abrazos intensos y los besos con boquita de piñón. Pero también es el de las rabietas constantes y el NO! como respuesta recurrente así que era todo un interrogante saber por dónde nos saldría con algo tan delicado como es el control de esfínteres.

Recuerdo con nostalgia una conversación cuando yo era una primeriza cándida. Me encontré una mamá de la guardería que ya tenía una hija más mayor y yo, toda inocencia, le comenté “Qué ganas tengo de sacarle ya el pañal” y me contestó contundente “Qué dices??? Pues como mi hijo es de septiembre, yo a poco que pueda lo alargo un año más” y pensé que se había vuelto loca… JA! Unos meses después cuando mi querido hijo seguía haciéndose caca encima entendí el porqué… 8 meses queridas mamás, OCHO meses, tardó mi hijo mayor en controlar la caca. El pipí bastante menos, por suerte, porque el primer día se hizo 14 pipís… Enseguida entendimos la recomendación de la guardería de no salir ese fin de semana de casa.

Así que este fin de semana (bueno sólo el lunes que era festivo, pero no se lo digáis a las de la guarde) hemos estado atrincherados en casa, fregona en mano, y el resultado de momento no ha sido tan dramático como pensábamos.

Como ya os he dicho con el mayor el primer fin de semana, y el primer mes (para qué engañarnos) fue horrible y como sólo teníamos ese referente pensábamos que era lo normal. Sí que es verdad que hay la típica mamá que te dice “uy pues mi hijo en dos días lo tenía dominado” pero yo siempre desconfío de las de “uy pues mi hijo”. Total que la sorpresa fue que le quitamos el pañal y el primer pipí lo hizo la mar de feliz en el orinal! Ni os cuento la fiesta que le hicimos, creo que desperté a medio vecindario. Luego me dí cuenta que debía formar parte de una estrategia para tenerme contenta porque ni uno más de los 7 restantes del día fue dentro…

El segundo día, ya en la guarde, mitad dentro y mitad fuera. Desde aquí mi más sincero agradecimiento a las profes de guardería porque todo su trabajo es digno de alabanza pero el tema de control de esfínteres requiere de una paciencia (y un estómago) enorme! Un abrazo desde aquí.

Vuelvo al tema que me voy, tercer día todos los pipís y caca en el váter, todos, TODOS, no me lo podía creer…me iba a encarnar en una mamá “uy pues mi hijo en dos días…”??!! y la respuesta, cómo no, es que NO…ayer volvieron los escapes. Y eso que no he cometido el error de pregonarlo a los 4 vientos como cuando eres novata. Atención mamás novatas, consejo de tri-madre: Nunca, jamás, bajo ningún concepto se os ocurra decir en voz alta “qué bien, mi hijo ya duerme toda la noche / ya come él solito / no se ha puesto malo este invierno”, si lo hacéis la maldición caerá sobre vosotras provocando el efecto contrario. Si vuestro hijo duerme del tirón os despertáis, hacéis una fiesta interior, y cómo mucho le guiñáis el ojo al padre de la criatura pero que nadie más se entere, estáis avisadas.

En fin, a ver cómo va hoy en la guarde y qué nos depara el fin de semana, que nos apetece salir aunque sea con empapador en el cochecito.

¿Y vosotras cómo lo llevasteis? ¿Cómo fueron las operaciones pañal de vuestros hijos? ¿Algún consejo??

La maternidad es un plus, de la A a la Z

Me voy a estrenar en el blog contándoos cómo vivo yo esto de ser mamá. Siempre he dicho que la maternidad es un plus y no un lastre como parte de la sociedad, o más concreto alguna empresa, nos quiere hacer creer. Preguntas como ¿quieres tener hijos? en plena entrevista de trabajo deberían estar prohibidas (y de hecho en algunos países europeos, de los que estamos a años luz en tema de conciliación, están prohibidas). Pero de estos temas más serios ya hablaremos otro día porque da para un post, y dos y tres…

Hoy, en mi ataque de optimismo habitual, os voy a enumerar de la A a la Z todos los pluses que me ha dado la maternidad. Para saber todo lo malo buscáis a Samanta Villar y ya os lo cuenta del derecho y del revés!

A ver, que yo no digo que todo sea bueno ni de lejos, pero lo malo también tiendo a tomármelo con humor y pasa mejor.

Venga, empezamos:

A: Amor??? nooo…sería demasiado obvio! A de Apreciar las pequeñas cosas…desde volver del cole con tu hijo de la mano, hasta la ducha de 10 minutos en lugar de 5 que te has podido dar hoy. Todo cuenta!

B: Besos, yo ya era besucona pero con hijos aún más…Besos y caricias se multiplican por mil y es algo que me encanta porque nos estamos volviendo una sociedad que se “toca” poco y me parece algo fundamental para establecer vínculos.

C: Calor, sí queridas… pasas mucho “caloret” porque tienes a tu enano pegado cual lapa los primeros años de vida. Para mí es algo positivo porque soy friolera peeero en verano y con los tres reconozco que hasta yo sudo.

D: Determinación, el tiempo es oro así que me he vuelto súper-determinada… se acabaron las dudas y el “Y si…?”

E: Empatía, ser mamá te ayuda a ponerte en el lugar del otro y tratar de entender qué le pasa (por si no lo hacías ya antes).

F: Felicidad, esta no hace falta que la explique no?

G: Guapa, tú no te ves guapa en absoluto con tus kilos de más y tus pelos de loca pero ellos te ven la más guapa del mundo así que créetelo un poco más y fuera manías!

H: Quién inventó la H?? para qué sirve?? no sé… hueco? El mini-hueco que te queda en la cama cuando se meten todos dentro?? No es muy plus a no ser que te lo tomes como que aprendes el arte del contorsionismo… cuela?

I: Ilusión, te vuelves a ilusionar por cosas que habían quedado desterradas… en mi caso la Navidad, ahora me encanta!

J: Jaleo, olvida el silencio, yo soy de hablar flojito y me molesta la tele alta pero he aprendido a vivir con el jaleo que implican los niños y ahora cuando hay silencio en casa lo hecho de menos (bueno, no siempre, pa que nos vamos a engañar, pero a menudo sí…)

K: Kondo, menudo invento…toda la vida he doblado la ropa interior como ella dice (tengo una amiga que se reía de mí diciendo si ponía a “desfilar” mis braguitas…) y las camisetas igual para que ocupen poco, pero cuando tienes muchos hijos y poco espacio la cosa se vuelve un must… lástima de no haber escrito yo el libro antes… me hubiera forrado!

L: Lavar y lavar, te vuelves una experta en lavadoras… qué recuerdos cuando sólo eramos dos y me costaba llenar la lavadora “blanca”.

M: Malabares, otro arte que aprendes y, si eres mamá de familia numerosa, la acabas dominando a la perfección. Yo de vez en cuando oigo el redoble de tambores detrás de mí… imagino que Paloma (7ParesdeKatiuskas) vive con una orquesta pegada a su espalda (desde aquí mi más sincera admiración querida, las que no la conozcáis ya estáis tardando en darle al link!)

N: Novedad, para los niños todo es nuevo y para mi muchas cosas también lo son porque ellos le dan otro enfoque así que acabas viendo con otros ojos cosas totalmente cotidianas.

Ñ: Ñoñería, para qué negarlo, en ocasiones las mamás nos ponemos ñoñas, en especial cuando nos aparece en el móvil un aviso de “redescubre ese día” y pam, una foto de tu mayor con 5 meses, así sin anestesia… pues a mí se me llenan los ojos de lágrimas, para que os voy a mentir.

O: Organización, mi gran aliada, y la he desarrollado en grado sumo cuando en cuanto han empezado las extraescolares… es cuestión de supervivencia.

P: Puntualidad, va a brillar por su ausencia y esto va de pluses así que… va a ser P de Pasapalabra.

Q: Querer, vas a querer hasta límites insospechados! de esto va la maternidad.

R: Respeto, una de las cosas más importantes que he adquirido con la maternidad es a respetar a todo el mundo y sobretodo a no juzgar porque acabas diciendo/haciendo cosas que jamás pensabas que acabarías haciendo así que r-e-s-p-e-c-t!.

S: Satisfacción, ver cómo crecen, cómo aprenden, cómo se ilusionan, cómo tropiezan y vuelven a levantarse solitos… todo eso te proporciona una satisfacción indescriptible (paro porque voy a acabar en el punto Ñ)

T: Tenacidad, no te das por vencida con facilidad. Cuando sabes que algo es lo mejor para tus hijos no te das por vencida hasta que lo consigues. Con ellos a veces te rindes antes…depende del cansancio del día….

U: Unicidad, para tu hijo eres única y además la mejor. Te suena lo de “Madre no hay más que una”? Para lo bueno y para lo malo!

V: Valorar, vas a valorar más a tu madre pero desde luego a quién vas a idolatrar va a ser a tu abuela que, con la mitad de medios que tu, probablemente tuvo el doble de hijos.

W: Whatsapp… no sé si es muy plus, pero aprendes a lidiar con tropecientosmil grupos de whats tipo “obra inglés”, “regalo profe”, “regalo profe obra inglés”.

X: Xilofonista, sí, si hace falta aprenderás a tocar el xilófono o hacer el pino puente… ya os he dicho que no hay persona más tenaz en el mundo que una madre, y si tu hijo te pide algo, acabas haciéndolo. Bueno, sí hay alguien más cabezona que una madre y es….en efecto, una embarazada.

Y: Yo, reivindicar nuestro yo se hace necesario para no acabar siendo siempre la mamá de… Esto es vital.

Z: Pues de que va a ser… de Zoo! Vas a volver al zoo y no te va a gustar ni de lejos porque no entenderás qué narices hacen esos pobres animalillos ahí metidos pero a tus hijos les va a encantar como a ti de pequeña.

Pues ya lo tenéis, ésto es parte de lo que me ha aportado o mejorado la maternidad. ¿Y a vosotras, qué pluses os ha aportado? Los mismos o tenéis otros? Contadme un poco porque seguro que hay un montón de los que no soy ni consciente.